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Temporada y artes espeluznantes

Patrick Bard - Calaveras - México, la alegre muerte - ediciones LibriSphaera

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Patrick bardo

Fotografías y Vanidades

En la dulzura del otoño, con aromas de canela y clavo, las calabazas muecas son invitadas a los alféizares de las ventanas y a los pies de los porches de las casas.

Entre dos chocolates calientes, ven descubrir el magnífico ouvrage de Patrick bardo, novelista, talentoso fotógrafo y profesor de narración en la escuela Intuit Lab.
En homenaje a alma mexicana encarnado por "el dia des Los muertos": la celebración de los muertos, Patrick Bard te invita a un viaje en la sabiduría mexicana, en un mundo colorido y sorprendente.

La fiesta de los muertos y sus "calaveras" (calaveras decoradas y coloreadas) son emblemáticas de México y encarnan casi en sí mismas la identidad mexicana. Esta celebración, seguramente la más festiva del año, mezcla vivos y muertos a lo largo de la noche, en cementerios iluminados y floridos, llenos de música y bailes de familias felices reunidas para celebrar a sus muertos.

Si en Europa y más en Estados Unidos evitamos tanto pronunciar la palabra "muerte" que nos quema los labios, el mexicano, por el contrario, la frecuenta, se burla, la acaricia, se acuesta con ella, la festeja. Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura
Patrick bardo
Calaveras

Colgante 3 años, Patrick Bard capturó estos momentos festivos en los que muerto et viviente disfrazados de cadáveres, vagando por las calles con las bandas de músicos.

A través 90 fotografíasPatrick Bard nos cuenta los orígenes de este festival, tan curioso a los ojos de Estados Unidos o incluso de Europa.

“En octubre de 2016, cuando me iba a la Ciudad de México, donde fui invitado al festival, me enteré del suicidio de mi mejor amiga. Apenas tengo recuerdo de los días siguientes. Vagué por la ciudad, al azar. Se acercaba la Fiesta de los Muertos. Se inauguraron altares dedicados a los difuntos. Poco a poco, los mexicanos salieron a la calle disfrazados de cadáveres. Tenía una pequeña caja sobre mí. Empecé a fotografiar la muerte en celebración, de forma sistemática. De regreso a Francia, me di cuenta de que en realidad acababa de comenzar con el trabajo fotográfico y que tendría que regresar. Lo que hice durante tres años. "

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